En el siguiente video vemos como un guardia civil tiene que romper el cristal lateral de un vehículo para liberar a un perro que está próximo a la muerte por las altas temperaturas que soporta en el interior del coche en el que el dueño, o los dueños, lo han dejado. Un animal casi asfixiado, deshidratado, y al límite de sus fuerzas, por culpa de unos irresponsables que ignoran que los golpes de calor, matan,