Cuando en política se miente demasiado hay que tener mucho cuidado con los cambios físicos que se pueden producir, sobre todo en el apéndice nasal. Como ejemplo de ello, lo que le ocurrió al ministro Ábalos, en el Objetivo de Ana Pastor cuando hablaban sobre la polémica (supuesta o real) entrevista con la vicepresidenta venezolana en el aeropuerto de Madrid.